Kamaboko, naruto, chikuwa, kanikama… ¿conocías estos términos? Todos ellos son productos de origen japonés que tienen algo en común: están elaborados a base de surimi.
El surimi, que nació como método de conservación del pescado en el siglo III., es un saber hacer milenario muy valorado en el país nipón, tanto, que incluso a día de hoy sigue siendo base de la gastronomía y cultura japonesa. Se elabora extrayendo toda la proteína de los lomos del pescado blanco -el más valorado por los japoneses- y siguiendo una técnica milenaria, se consigue conservar todos sus nutrientes (omega 3, vitamina B12 y selenio).
Cuenta la leyenda, que fue la guerrera Jingu quien creó el surimi en el año 1.115 cuando sus tropas se alejaban del mar para así poder seguir disfrutando de todos los beneficios del pescado. Es decir, de la misma manera que en España surgió la salazón, el escabeche o la conservación en aceite para prolongar la durabilidad de los alimentos y poder ser consumidos durante más tiempo, el surimi nació como método de conservación del pescado, convirtiéndose en la técnica de conservación por excelencia en el país nipón.

Como venimos diciendo, en Japón, el surimi es un saber milenario muy popular, y puede encontrarse en distintos formatos en casi cualquier supermercado, tanto en snacks listos para comer, como formando parte de los ingredientes de otras elaboraciones. Algunos ejemplos de estas elaboraciones son el kamaboko, la elaboración más básica que se puede hacer con surimi horneado y sal, y el naruto, un producto de aspecto llamativo que se ha extendido por España gracias a la fama que ha adquirido el ramen.
Sigue leyendo y descubre todas las elaboraciones que se pueden hacer con surimi.
Kamaboko
Es la elaboración más clásica del surimi y en la cultura japonesa se considera que da buena suerte. Las dos variedades más famosas son la roja y la blanca. Es uno de los ingredientes principales de platos tan míticos como el ramen udon , y soba. Esta elaboración se sirve típicamente en las comidas de celebración y días de fiesta.
Naruto
Es otra de las variedades de surimi y también una de las más famosas. Muy reconocible por su vistosa espiral y cresta exterior. Su forma recuerda a un torbellino del mar cercano a la ciudad de Naruto y de ahí surge su nombre. El naruto se utiliza como guarnición en sopa o sushi chirashi esparcido.
Chikuwa
Esta versión de surimi se caracteriza por su forma cilíndrica y su sabor tostado. Chikuwa es uno de los ingredientes principales del oden, un guiso japonés. Sus elaboraciones más míticas son en tempura o chikuwa en salsa kabayaki.
Konbumaki Kamaboko
El surimi se enrolla en una capa de algas que al cortarse se muestra con un diseño en espiral. Esta variedad es más premium y forma parte de la mesa de Año Nuevo japonés como parte de la fiesta osechi ryori.
Kanikama
Junto con el kamaboko y el naruta, los kanimakas, más conocidos en España como ‘’barritas de surimi’’ o los mal llamados ‘’palitos de cangrejo’, son una de elaboraciones más populares a base de surimi, siendo estos una de las tres innovaciones gastronómicas más populares en el país nipón. Fiel a la tradición Krissia® pone a tu disposición este saber hacer milenario ayudándote a incluir proteína de pescado en tu dieta de forma rápida y sencilla.

Con un gran aporte natural de proteínas de alto valor biológico, vitamina B12, omega 3 y selenio, las barritas de surimi se han convertido en un alimento muy versátil para incluir en una dieta saludable y emplear en nuestra cocina. Pueden ser un buen complemento para la alimentación de ciertos grupos poblacionales que no pueden consumir pescado crudo por riesgo de anisakis o que tienen limitadas ciertas especies de pescado por su contenido en mercurio, como es el caso de las embarazadas.
Anímate a incluir las barritas de surimi Krissia® en tus menús, y verás lo sencillo que es darle color a tus días.