Cuidarnos mejor significa hacer cambios que sean beneficiosos para nuestro organismo. Esos cambios van desde las horas que dedicas a trabajar y descansar, hasta los alimentos que consumes todos los días. Si quieres probar algo nuevo, que además tenga un impacto positivo en tu cuerpo, te dejamos 5 razones para incluir el ajo negro en tu menú habitual.
El ajo negro es un alimento que ha ganado popularidad desde hace aproximadamente cinco años en las mejores cocinas del mundo y también en la medicina natural. Proviene del ajo que has comido toda tu vida, pero pasa por un proceso de fermentación y cambios de temperatura controlados que aumentan su capacidad para beneficiar la salud.
- Previene infecciones: el ajo común (blanco) cuenta con propiedades antibióticas, pero el ajo negro, al ser fermentado, mejora la propiedad antimicrobiana, antimicótica y antibiótica.
- Regula el colesterol: consumir ajo negro tiene un gran impacto en los niveles de colesterol malo del cuerpo, regulándolo desde la primera vez que se consume. Además te ayuda a depurar los lípidos en la sangre.
- Antioxidante natural: si estás bien por dentro, te verás excelente por fuera ¿eso no tiene discusión! y este alimento mejora la elasticidad de la piel haciéndote lucir joven por más tiempo.
- Evita el estreñimiento: establecer un equilibrio al consumir ajo negro favorecerá tu digestión y normalizará el tránsito intestinal. Sin embargo, debes controlar las porciones ya que si abusas puede tener efecto laxante.
- Te enfermarás mucho menos: El ajo negro mejora tu condición cardiovascular como consecuencia de mantener tu sangre limpia de grasas mala, además mantiene tu sistema inmune en perfecto estado. Resfriados y gripes estarán lejos de ti.
Para incorporarlo en tus comidas, ¿Por qué no pruebas con una receta del alioli de ajo negro que podrás combinar con tus ensaladas, pescados e incluso carne?
Pela el ajo negro con mucho cuidado y quita el germen que tiene en cada diente. Sin esto, añádelo en el vaso de una batidora con huevo, sal, pimienta y aceite de oliva extra virgen o de girasol y comienza a batir hasta que emulsione. Una vez que ya tenga bastante cuerpo, agrega zumo de limón, vuelve a batir y sirve. Es excelente para ensaladas.
