Hoy en día a nadie le resulta excesivamente extraño tener algún amigo con alergia a un alimento en concreto, o un compañero de trabajo que sufre una intolerancia alimentaria, incluso personas cercanas que son sensibles a determinados cereales, como el trigo. Hoy en día, hay muchas más alergias que antaño y nos preguntamos el porqué. ¿Nuestro organismo es cada vez más vulnerable a la alimentación y al ritmo de vida que llevamos o simplemente existen los mismos casos de alergias alimentarias que antes y lo que ocurre es que ahora tienen diagnóstico?
Una alergia es una reacción del organismo a una sustancia o componente que es inofensivo en sí mismo para la mayoría de las personas, pero que se vuelve dañino para otras. El sistema inmunológico crea entonces mecanismos de defensa como reacción frente a las proteínas de los alimentos, pero nunca de los azúcares. Si fuera así, entonces estaríamos hablando de algún tipo de intolerancia más que de reacción alimentaria.
Para evitar los síntomas y los riesgos de un brote alérgico debe eliminarse de la dieta de forma radical cualquiera de los alimentos en cuestión, pues por muy poca cantidad que tomemos, nuestro cuerpo lo detectará. Además, debe tenerse en cuenta que aquello a lo que se es alérgico puede aparecer en más de un ingrediente o producto, así que siempre deberá mirarse el etiquetado del mismo para conocer sus componentes.
Existen catorce alimentos considerados como los que más alergias provocan en España, según un estudio hecho por EuroPrevall. Leche, kiwi, pescado o cacahuetes son algunos de ellos, pero en este artículo vamos a detallar las cinco alergias alimentarias que más extrañas nos pueden resultar.

Alergia al agua, del grifo
También llamada urticaria acuagénica, el origen de este tipo de alergia proviene del excesivo empleo de pesticidas, más concretamente de altos niveles de diclorofenoles, un químico usado para clorar el agua. Al entrar en contacto con el cuerpo humano produce efectos muy nocivos y reacciones de todo tipo.
Alergia a la carne, no al pescado
Es una de las nuevas alergias del siglo XXI, como puede desprenderse de este artículo publicado en El Confidencial. Se detectó por primera vez en el año 2008 al descubrir que algunas personas habían desarrollado alergia a uno de los azúcares presentes en la carne de mamíferos, el alfa-gal.
Alergia al melocotón, con o sin piel
Fruta perteneciente a la familia de las rosáceas, es la que con más frecuencia causa alergia. En un primer momento se creía que esta reacción provenía por su tipo de piel, suave y pelosa, y no fue hasta más tarde cuando se comprobó que eran las proteínas que contiene las causantes de la alergia.
Alergia a los frutos secos, en cualquier variedad
Cualquier fruto seco puede dar alergia. Los más frecuentes son los cacahuetes o manís, las nueces y las avellanas, principalmente porque son los que más se consumen. Además este tipo de reacciones suelen englobarse en el grupo de alergias cruzadas, es decir, que la intolerancia a alguno de estos frutos secos suele estar ligada a otra alergia diferente.
En la avellana, por ejemplo, el alérgeno principal se denomina Cor a 1, una proteína homóloga al alérgeno principal del abedul, mientras que en la nuez los estudios dicen que uno de los alérgenos principales es el Jug r 1, perteneciente a la familia de las albúminas.
Alergia a las lentejas, así que las dejas
Las lentejas son muy comunes en zonas de dieta mediterránea así como en Oriente, donde el consumo de esta legumbre es muy habitual. En nuestro país, las legumbres ocupan el quinto puesto en el ranking de alimentos alérgenos y su razón de ser radica en un grupo de proteínas denominadas de almacenamiento. Muchas de estas reacciones afectan a los niños y al crecer van desapareciendo.
Ahora ya sabemos un poco más sobre el origen y los porqués de las alergias a determinados alimentos. Si vosotros conocéis de alguna nueva, podéis compartir con nosotros sus síntomas así como su tratamiento.