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La salud como estilo de vida

Ser una persona saludable o gozar de una buena salud no es algo que ocurra de repente, sino que conlleva un proceso, unos hábitos o, lo que es lo mismo, un estilo de vida. Cada persona puede adaptar su rutina de cuidados, lo que debemos tener en cuenta es que este estilo de vida no solo se basa en hacer ejercicio y comer bien. Va más allá y está relacionado con conseguir el equilibrio mental y físico.

Coincidiendo con el Día Mundial de la Salud, que se celebra cada año el 7 de abril, hemos querido arrojar luz sobre el concepto “salud” y explicar en qué consiste ser una persona sana y cuidarse. Habitualmente creemos que la salud está relacionada exclusivamente con lo físico y olvidamos que la salud mental puede ser incluso más importante. Si una persona quiere cuidarse y decide empezar por una alimentación saludable y una pauta de ejercicios, lo primero que está poniendo a prueba es su voluntad.

Para ayudar a fomentar ese estilo de vida saludable, te mostramos algunas pautas de alimentación, actividad, así como de descanso y relajación

Pautas de alimentación

Comer equilibrado y variado debe ser el primer mandamiento en nuestro día a día. Los vegetales deben ser la base de cualquier plato, ya que aportan numerosas vitaminas y minerales y contienen agua, algo que ayuda a mantener también nuestro cuerpo hidratado. Además, no debemos olvidar incorporar raciones de legumbres, carnes, huevos, lácteos e hidratos de carbono a nuestro menú, así como tomar entre tres y cuatro raciones semanales de pescado, que aporta proteína de buena calidad a nuestro cuerpo.

Rutinas de actividad

Mantenerse activo no solo significa ir al gimnasio, sino que se trata de tener un estilo de vida activo. Por ejemplo, si tenemos la oportunidad de ir al trabajo andando, debemos hacerlo, ya que nuestro cuerpo necesita activarse y estar en movimiento.

Asimismo, dentro de las rutinas de actividad, practicar deporte es una de ellas. Cuando hacemos alguna actividad deportiva, nuestro cuerpo genera endorfinas, algo que actúa directamente mejorando nuestro estado de ánimo. Además, la actividad física nos ayuda, no solo a quemar grasa, sino también a fortalecer nuestros músculos y huesos y a sentirnos mejor.

El descanso y desconexión, obligatorios

Pese a que ya hemos experimentado que nuestro cuerpo es capaz de rendir al 200% todos los días, es necesario que paremos para descansar y, no solo eso, que este descanso sea real y efectivo: debemos permitirnos a nosotros mismos desconectar completamente del trabajo o de la rutina en la que estamos absortos.

Para lograr esta desconexión, lo más importante es dejar el móvil de lado, aprovechar para hacer ejercicio, disfrutar de la familia, quedar con los amigos o dedicarle tiempo a nuestras aficiones.

Pero descansar va más allá; también hace referencia al sueño, a la cantidad de horas que dormimos. Cada persona necesita una cantidad determinada de horas de sueño, siendo ocho la cantidad recomendada en general. No debemos olvidar que es muy importante cenar un tiempo antes de irse a la cama y desconectar o silenciar cualquier aparato tecnológico que pueda volver a activarnos. El objetivo principal cuando entramos en la cama es dormir y, previo a ello, debemos preparar nuestro cuerpo.

Pautas para conseguir la salud global

Para cumplir con todas estas pautas es necesaria la planificación de cada una de ellas. En cuanto a la alimentación, debemos preparar un menú semanal que contenga todos los alimentos necesarios, así como establecer una rutina de ejercicios o de deporte semanal. Y, por último, la rutina de sueño debe ser similar cada día, ya que es importante que nuestro cuerpo se acostumbre a unos hábitos y lo entienda como normalidad.

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