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La Generación kintsugi

¿Conoces la técnica Kintsugi?

La técnica artística japonesa de kintsugi es conocida por arreglar cualquier pieza rota de cerámica con oro. Consiste en unir los trozos rotos, recuperando forma original de la pieza, marcando las uniones de forma visible en oro. Es tal la importancia que se da a mostrar la parte reparada, que la traducción literal de kintsugi es “reparación en oro”.

Hoy en día esta técnica centenaria que convierte lo imperfecto en belleza se ha convertido también en una filosofía de vida.

Nos hemos creído que la felicidad va de la mano de la perfección, tan ensalzada por un discurso que hemos visto en unas redes sociales donde se nos dice que nuestra vida debe ser perfecta: yendo al gimnasio a diario, haciendo los mejores planes con amigos, teniendo una casa decorada de revista, comiendo menús de Instagram en los mejores restaurantes no sólo nacionales, sino también mundiales, etc.

La filosofía kintsugi es una reivindicación vivir sin buscar la perfección, a contar la vida con honestidad porque tenemos derecho a vivir sin presiones, tenemos derecho a vivir sin complicaciones añadidas, y, especialmente, a entender si haces lo que puedes ya lo estás haciendo bien.

La Generación kintsugi lo tiene claro: la búsqueda de la perfección no conlleva ser más felices, porque esa búsqueda es un circulo viciosos donde nunca se llega a los estándares de la llamada “perfección”. Se convierte en una búsqueda incesante y que genera mucha frustración.

La generación kintsugi que no es otra que la Generación Z -los nacidos entre 1995 y 2010- pero esta reivindicación no es un tema generacional, sino una tendencia que nace en una generación, pero que se extiende de forma intergeneracional: no se quiere esconder los errores, se quiere salir de la trampa de la autoexigencia, huir de los mensajes de vidas perfectas de las redes sociales porque no desemboca en la felicidad. Una generación que aplaude a vivir sin presiones añadidas como parte de la vida.

En Krissia® buscamos quitarle presión a la vida, por ello, ponemos a tu disposición productos muy sencillos de consumir. En un abrir y listo, tendrás en tu mesa una opción saludable y fácil para añadir proteína de pescado a tus platos. Además, gracias a su llamativo color naranja podrás darle un toque de color a tus rutinas. Al fin y al cabo, de eso consiste la técnica kintsugi… bien sea en oro o bien en naranja, rompamos con la perfección y añadamos color a nuestros días.

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