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Dormir la siesta alarga la vida de las personas

Tiempo destinado a dormir después de comer. Esta es la definición que el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española recoge sobre este maravilloso término. Su origen, como no podía ser de otra manera, proviene de los países mediterráneos y desérticos donde el exceso de calor hizo necesario institucionalizar este ritual. En este post, queremos profundizar algo más sobre las ventajas y desventajas de esta “cabezadita exprés” que muchos disfrutan  y que en cambio, a otros les despierta su mal genio.

Existe una antigua creencia acerca de que fue San Benito Abad, patrón de Europa,el precursor de la siesta. Este monje enseñó a sus compañeros a construir relojes, con el fin de poder marcas las tareas correspondientes a cada una de las horas del día y reservó la sexta para el momento de descanso o siesta, como indica la regla benedictina.

Y es que la siesta no es un mero capricho del cuerpo, sino una necesidad fisiológica real producida por la desconexión de ciertas neuronas que son las encargadas de mantenernos despiertos al terminar de comer. El aumento de azúcar en la sangre del cerebro impide la producción de la proteína encargada de regular los estados de sueño y vigilia. Es entonces cuando comienza esa lucha entre cuerpo y mente para no dormirse.

Como son muchos los mitos y teorías que rodean a este momento, vamos a intentar aclarar las ventajas y desventajas reales de echarse una cabezadita.

ventajas y desventajas de echar una cabezada
Dormir la siesta alarga la vida

La siesta ideal debe durar 26 minutos:

En base a esta recomendación, en 2011 un estudio de la Junta de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTBS, en sus siglas en inglés) demostró que dar una cabezada durante ese lapso de tiempo ayudaría a mejorar un 34% el rendimiento de los controladores aéreos y reforzaría su estado de alerta un 54%..

Sin embargo, una siesta larga puede alterar los ritmos vitales y del sueño, despertar nuestro mal humor y dejarnos fuera de juego para lo que queda de tarde. No es bueno alargar el tiempo de descanso, porque cuando llegue la noche, el cuerpo no estará preparado para dormir y descansar adecuadamente.  

Alarga la vida de nuestro corazón:

Estudios internacionales también dicen que este pequeño descanso reduce la presión arterial y la sensación de estrés generada por el trabajo y el ritmo de vida que llevamos. Además, se ha comprobado que los niños de entre tres y cinco años que duermen la  siesta en horario escolar aumentan su capacidad para retener conocimientos, aprender y ejercitar su memoria, lo que les permite aprovechar mejor las horas de clase de la tarde. 

Esta afirmación ha sido cuestionada por un equipo de científicos británicos, que llegado a la conclusión de que no solo no es positiva para los niños, sino que además considera que  la siesta aumenta el riesgo de muerte prematura.

Una vez analizados los pros y contras de la siesta, lo mejor es tomar una decisión en función de cómo os sentáis vosotros. Nuestra recomendación es aprovechar el descanso unos minutos después de comer para llenarnos de energía y mejorar el estado de ánimo. ¿Vosotros como lo veis?

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