Se trata de una controversia que está a la orden del día y es que resulta muy complicado diferenciar entre estos tres conceptos. Pero, aunque no sepamos distinguirlos, lo que sí está claro es que el consumo de este tipo de productos está en auge en España. De hecho, según el informe “Mitos y realidades sobre el consumo de productos ecológicos”, elaborado por Kantar Worldpanel, sus cifras de venta han crecido un 14% en 2017.
Actualmente, la legislación de la UE establece estos tres conceptos como sinónimos, es decir que oficialmente podríamos emplear cualquiera de los términos para designar a un producto que proceda de una fuente natural, libre de sustancias químicas y sin manipulación a nivel genético. Sin embargo, existen pequeños matices que los diferencian, que resumimos de una forma muy sencilla a continuación.

Alimentos ecológicos.
Los alimentos ecológicos son aquellos que se producen de forma natural sin ninguna intervención artificial. Esto supone que la semilla sea ecológica, la tierra y el agua estén descontaminadas y no se emplee ningún tipo de fertilizante o pesticida.
Se producen respetando el medio ambiente
Alimentos biológicos.
Todos aquellos productos que se comercializan bajo la clasificación Bio, se caracterizan por no contener ningún componente que podido sufrir ninguna alteración genética.
Alimentos orgánicos.
Los elementos orgánicos son aquellos en los que no se ha aplicado ninguna intervención química que modifique su desarrollo. Esto quiere decir que no se hayan empleado pesticidas o fertilizantes aunque sí podrían haber sido manipulado genéticamente.
¿Sueles consumir este tipo de productos? ¿Tienes clara la diferencia entre ellos?