El mundo gastronómico está en constante evolución y cambio y los profesionales de este sector tienen cada vez objetivos más ambiciosos para encontrar nuevas experiencias culinarias que satisfaga a los paladares más exquisitos y exigentes. Sabemos que estáis enamorados de las ensaladas Krissia (nosotros también), pero hoy en día está muy de moda la nouvelle cuisine que combina sabores estrambóticos, texturas extrañas e incluso la creación de nuevos alimentos.
Por eso, nosotros nos preguntamos, ¿qué pasa con la comida casera y de cuchara de toda la vida? ¿Dónde han quedado esos potajes regionales que todas nuestras abuelas preparaban y que con tanto gusto nos comíamos?
Las nuevas corrientes en la que todo lo de antaño adquiere un valor especial también se aplican en la gastronomía. De hecho, existe una coexistencia entre los partidarios de una gastronomía innovadora y de vanguardia frente a aquellas personas que prefieren recuperar las recetas de antes, las de las madres y las abuelas, hechas a partir de productos caseros y a fuego lento. Por este motivo, os proponemos las recetas de algunos de los potajes más ricos de nuestra gastronomía.

Puchera montañesa
Este cocido montañés se caracteriza porque su ingrediente principal es una alubia blanca y pequeña típica de la región, en lugar del típico potaje de garbanzos. El resto de ingredientes son muy similares a los del cocido madrileño, en el que predomina la carne de cerdo, el chorizo, la morcilla, la patata y el pimentón.
Potaje extremeño
Uno de los platos de cuchara más exquisitos de la dehesa extremeña a base de bacalao, huevos y patatas con un toque muy especial: su rebozado sobre pan rallado de ajito y perejil o harina. Como no podía ser de otra manera, el toque final a este manjar lo aporta el pimentón de la Vera.
Potaje canario
Por extraño que parezca, la gastronomía de las islas se caracteriza por su contundencia y por tener muchos platos calientes. El buen tiempo durante todo el año no les hace alimentarse a base de gazpacho, exclusivamente, aunque podrían hacerlo gracias a la buena calidad de los tomates de la tierra.
El potaje canario es un plato perfecto para los amantes del potaje de verduras, pero su elaboración es bastante costosa. Los garbanzos es el condimento principal al que se le añade una piña de millo (piña de maíz en jerga canaria), cebolla, tomate, papitas de allí y bubango (su calabacín). Además, el truco que emplean en el archipiélago para evitar las flatulencias típicas tras un buen plato de legumbres es añadirle especias tales como el tomillo o el cilantro.
Potaje de vigilia
Hoy en día esta receta cada vez se cocina menos porque durante la cuaresma y la Semana Santa son pocos los que mantienen la tradición de no comer carne. A pesar de ello, muchas familias se juntan durante esos días de descanso y cocinan este potaje hecho a fuego lento y siguiendo todo su ritual. Muy similar al potaje extremeño, se cocina a base de pescado (preferiblemente bacalao, pero sirve cualquier otro) así como puerro y espinacas o cualquier hortaliza que tengamos a mano en la nevera. La cebolla y el pimentón dulce se ponen al gusto de cada uno.
¡Ya no tenemos excusa para ponernos a cocinar alguno de estos platos de la cocina tradicional! ¡Anímate a disfrutar potajes regionales!