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Consejos para hacer deporte a pesar del frío

Cuando llega el frío del invierno la mayoría de las personas nos volvemos más perezosas a la hora de salir de casa. Y si el motivo que debe animarnos a hacerlo es el de practicar ejercicio físico, entonces es una batalla perdida para muchos. Salvo las personas sumamente disciplinadas, activas y amantes del deporte, el común de los mortales se siente desganado si tiene que salir a correr en una de las tardes más frías del invierno. Sin embargo, y por contradictorio que parezca, esta estación es la más beneficiosa para hacer deporte, ¿sabías por qué?

Según un artículo publicado en La Buena Vida de El País, un estudio realizado por la Universidad de Essex de Reino Unido afirma que hacer ejercicio físico al aire libre y durante la estación de frío, aporta importantes beneficios probados al organismo y el estado de ánimo. Si además el deporte que pongamos en práctica lo hacemos en un espacio natural, libre de contaminación y apartado del ritmo y los ruidos de las grandes ciudades, el efecto es doble.

Running invierno
Running invierno

Pero profundicemos un poco más en esos extras que nos puede aportar el deporte a pesar del frío, para lograr convencernos y que el invierno no nos pare:

Es un antidepresivo de gran afecto

Los cambios de estaciones y/o de tiempo afectan especialmente a nuestra estabilidad psíquica, aunque la mayoría de las veces no nos demos ni cuenta. La falta de luz es uno de los principales enemigos al que nos tenemos que enfrentar durante el invierno y, a pesar de que en España gozamos de bastantes más horas de luz que en el resto de Europa, nuestro organismo sufre casi de la misma manera los cambios.

Al hacer deporte liberamos unas sustancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores y endorfinas que nos ayudan a mantener nuestro equilibrio emocional.

Quemarás más grasas de lo normal

El frío hace que nuestro organismo tenga que estar preparado para combatirlo. La actividad corporal no cesa con el fin de transformar la energía que generamos en calor, disminuyendo por tanto nuestro nivel de calorías.

Si a ese proceso le sumamos la energía que perdemos fruto de la práctica deportiva que estemos realizando, el trabajo es doble y los beneficios también.

Mejor estado físico e inmunológico

No cabe duda que hacer ejercicio de forma frecuente mejora nuestro nivel muscular y de tonificación, así como nuestra capacidad respiratoria y los niveles de concentración de sangre y aire en el cuerpo. Pero si además la temperatura exterior es baja, nuestras defensas aumentan porque nuestro cuerpo tiene que protegerse doblemente.

A pesar de ello, es importante que vayamos adecuadamente equipados y que realicemos los estiramientos necesarios previos y finales para evitar lesiones.

Los problemas que acarrea el calor

Una temperatura demasiado elevada, los niveles de rayos UV en su máximo apogeo, y la falta de hidratación corporal por un exceso de sudor, son algunos de los factores a los que nos enfrentamos al hacer deporte en verano.

Si nos lanzamos a hacer deporte un día de mucho frío, a pesar de que no correremos los riesgos anteriormente relatados, sí que debemos cuidar especialmente la cabeza y el cuello, así como las manos y los pies, ya que son las zonas por las que más cantidad de calor podemos perder.

 ¡Sigue estos consejos que te damos y disfruta de tus sesiones de entrenamiento invernales más que nunca!

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