Nadie dijo que ser anfitrión fuera fácil y más si eres de esas personas a las que les gusta que sus invitados se sientan como en casa y miras todo al detalle para que esté perfecto.
El menú ideal en función de los invitados que acudirán, la vajilla que quieres utilizar, si el formato va a ser de picoteo, en la zona del cuarto de estar o sentados en la mesa del comedor… Todos son aspectos que debes tener en cuenta antes de empezar a preparar y decorar la mesa.
Muchos de estos aspectos se definen por si solos en función de si se trata de una cena formal de compañeros de trabajo, un encuentro de compromiso o una cena con amigos y familia. Otra cosa, fuera de lo que protocolariamente debe cumplirse, es ya el estilo personal y colores con los que quieras jugar.
Aquí detallamos algunas recomendaciones de cómo decorar una mesa en función del tipo de invitados y cena que se esté preparando:
Un brunch romántico
Si tenéis la posibilidad en casa de poner la mesa en el balcón o la terraza es sin duda nuestra recomendación para este desayuno-comida tan especial. La temperatura será buena para hacerlo a media mañana, entre las doce y una y un entorno florido y al aire libre ayudará a recrear ese ambiente romántico, que no cursi, que tanto perseguimos.
Os proponemos vestir la mesa con un camino de un color discreto y neutro, tipo crema, beige o blanco roto, con una textura de lino o arpillera, que ayuden a dar un toque rústico a las mesas de exterior. El punto de color deberá estar en la vajilla que utilicemos, así como en las flores con las que acompañemos la composición. Pero vayamos por partes, los platos perfectos serían los típicos de una vajilla de antaño, imitando un estilo vintage, floreados y muy alegres. La cubertería, que irá en consonancia con la vajilla, nos la imaginamos en tonos ocres, dorados o mate, aportando un toque kitch.
Los vasos podrían ser discretos, en cristal transparente y no muy grandes, ya que lo que queremos que realmente destaque y vaya en consonancia con los platos son los pequeños ramos de flores que colocaremos en la mesa como elemento protagonista de nuestra decoración. Preciosas ramas de buganvilla entremezcladas con pequeñas flores silvestres se enfrentarán con ramos de lilas, tan típicos de la primavera.
Una cena de trabajo
A la hora de invitar a casa a compañeros de trabajo el mejor escenario es plantear una cena buffet, con el objetivo de que todo el mundo pueda servirse y comer lo que quiera y aún más importante, que se propicie la interactuación entre todos los invitados, algo que en un mesa, salvo que fuera redonda, sería difícil conseguir.
Nuestra recomendación es crear dos ambientes bien diferenciados, uno en el que esté la zona de bebidas y otro con el picoteo. La presentación de los vinos, así como de las cervezas puede quedar muy bien si se hace en grandes cubos transparentes llenos de hielo con el fin de conservar cada bebida en su justo frescor. Los zumos y refrescos los serviremos en antiguas botellas de cristal listas para servir.
En el otro ambiente proponemos un menú cómodo de tomar en este formato y con ingredientes que gusten a todo el mundo. Grandes tablas redondas de madera y pizarra con diferentes tipos de quesos entremezclados con uvas y panes son una solución, así como pequeñas raciones de ensaladas servidas en vasitos de plástico transparentes, sabrosas y cómodas de comer para todos. Pequeños canapés de todo tipo y sabores presentados sobre cajas de madera a diferentes alturas pondrán el broche final a nuestro banquete.
Una merienda con amigas
En este tipo de acontecimiento tenemos que sacar nuestro lado más original y gamberro ya que estaremos sometidos al examen de nuestras amistades. Os proponemos montar una decoración de un solo uso, con mantelería de papel kraft en la que los invitados encuentren mensajes sorpresa e incuso, un pequeño cuestionario pintado para que vayan valorando la merienda. Los platos podrán ser cuadrados, de cartón, pero que parezcan de verdad y los vasos serán de plástico transparente en formato yogurt. Las servilletas serán de papel tissue pero el tacto y la apariencia serán de tela y cada uno tendrá una pequeña hoja de menú hecha a partir de scrapbooking en la que se describirá la elaboración de cada cosa. Zumos, limonadas y un gran surtido de tartas, cookies y dulces artesanos pondrán el broche de oro a una deliciosa merienda.
Así que manos a la obra, y ¡animaros a comentarnos como ha sido la experiencia de ser los anfitriones más originales y rompedores de vuestro círculo!